Las circunstancias cambiantes de la vida, te alejan de tu puerto como una nave sin amarras, con olas y corrientes adversas, pero apenas el viento se muestra favorable, se enfila hacia el puerto elegido, el destino de letras, hacia el verso, el cuento, la novela, la crónica diaria, hacia lo que es la verdadera esencia del ser. Que lindo es no perder el rumbo, y saber volver...saber hacia donde. El faro de tu corazón te guía...hay que dejarse llevar hacia el puerto seguro.
En la ruca del pasado encontramos el hilo de la historia familiar. El viento que moldea los médanos abre el sendero que serpentea entre pajonales. Vamos!!!! el camino se muestra amigable.